jueves, noviembre 30, 2006

Las Maravillas De My Life

Cantando este estribillo a voz en grito me he imaginado al compás de “Last Night A DJ Saved My Life” en un karaoke escogido al azar.
Semejante desvarío me ha arrebatado la calma tras la escucha de lo que creo que es el segundo álbum de
Soraya Arnelas.
Que dicho sea de paso, con un disco que esté mínimamente relacionado con Operación Triunfo, ya sabes a lo que vas.
Pero en esta ocasión he hecho una excepción ya que la curiosidad me ha jugado una mala pasada y así me he tenido que ver, con lo que yo he sido.
Resulta que a esta chica –o tal vez a sus productores- le ha dado por hacer versiones. Y entre otras, una de “Just Can’t Get Enough”.
A mi juicio, bien interpretada. Por que no voy a ser yo la que diga que tiene mala voz, faltaría más.
No deja de sonarme a karaoke y a pianito de la cabra, pero tampoco le pediremos peras al olmo dadas las circunstancias.
Para mayor regocijo y en el mismo lote he podido deleitarme con las reinterpretaciones de “Don’t Go”, “Don’t You Want Me” y otros éxitos ochenteros. ¿Qué más se puede pedir ahora que está taaaaan de moda todo lo ochentero hasta el límite de dar dentera?.
Volviendo al disco, lo verdaderamente impagable ha sido el momentazo “It’s a lot” recién salido de “Master And Servant” bombardeando a discreción el "Because The Night” de Patti Smith.
Transfigurada me he quedado. ¿Será que hasta en Vale Music hay talifanes de Depeche Mode?.
Y yo que pensaba que lo de mezclar churras con merinas era exclusividad de Robbie Williams en su plomizo último trabajo.
Disco con el que se supongo que se está ganando a pulso un billete a la cuneta simbólica a la que siempre relego a los artistas de los que reniego.
Pero este no es el caso que nos ocupa, sino el de esta muchacha que pasa por el mismo tamiz de disco diva nada más y nada menos que once temas que lo único que tienen en común es haber sido concebidos durante los ochenta.
Y casi me atrevería a afirmar que quien en lo sucesivo tenga que aguantar el suplicio de asistir a una boda, no le quedará otro remedio que escuchar uno o varios temas de este CD a la hora del baile entre King Africa y el ya cansino "Amigos para siempre". Vaya por adelantado que desde aquí, lo sentimos.
En consecuencia, lo peor que se podría decir al respecto de este disco es que el resultado es totalmente impersonal.
Y lo mejor, que no deja de ser curioso. Y una sustancial mejora en la trayectoria de esta cantanta que atesora en su repertorio estribillos tan brillantes como "Por mí te puedes ir al cuerno" y patinazos tan sublimes como el ya muy manido "Poyeya".
Suculentas credenciales las suyas, pero quien no se conforma es porque no quiere.

miércoles, noviembre 29, 2006

Spice Gays

Hace ya algún tiempo cuatroº reanudó la emisión de Queer As Folk ofreciéndonos la segunda temporada de esta serie que lo que es indiferente, no te deja.
Con unos guiones cutres plagados de tópicos que incluso dejarían a “Al Salir De Clase” en buen lugar.
En mi modesta opinión, el visionado únicamente se hace soportable por dos razones:La primera es la banda sonora.
Siempre he sido muy marica en lo que a música de baile se refiere, así que todas y cada una de las compilaciones editadas para la serie estaban llamadas a gustarme.
La segunda no es otra que ver a Gale Harold / Brian Kinney paseando en pantalla sus trescientos cincuenta trajes de Armani, Gucci, Prada y demás baratijas en su loft de diseño donde a lo largo de nada más y nada menos que cinco temporadas se encama con caballeros de toda índole y condición.
Por que claro, ésta es la serie que va romper tópicos de verdad.
Por eso narra las vidas de cinco personajes que no están para nada estereotipados, a saber: El promiscuo, la locaza, el buen tío, el loser y el adolescente.
¿Estamos hablando de una boy band o intentado reflejar las vicisitudes cotidianas de un grupo de personas con las que cualquiera podría sentirse identificado?.
Por si fuera poco, la población hetero no es quede muy bien parada.
Como si viviéramos en un mundo paralelo, se ofrece la imagen de unas personas cerradas, intolerantes, carentes de estilo, modales y educación.
Y como no, homófobos, incomprensivos y hostiles. Tal vez será por que según los guionistas de esta serie todos los heteros somos iguales y es algo que ya va en una condición que no es nada cool y que ya no se lleva nada.
Casi mejor me sigo ocupando de Prison Break, que saldré ganando…

viernes, noviembre 24, 2006

Far Away, So Close

Unos mil kilómetros me separan de esta estampa, uno de tantos y tantos horreos de una pequeña aldea de un pueblo de Lugo.
Tiene de particular que ahí nació mi madre, en ese y no en otro... Sentimental que es una.
Y el estado de euforia que me embarga a tan intempestiva hora es debido a que esta foto me ha sido entregada en mano y por sorpresa, por parte de un familiar muy allegado a quien precisamente hoy he recordado antes de ni siquiera imaginarme que tendría la ocasión de hablar con él, cenando en mi propia casa.
No he tenido la suerte de estar ahí todo lo que hubiera deseado, pero nunca es tarde y de todas formas la vida rara vez está plagada de momentos tan intensos como el reencuentro con el 50% de tus raíces.

Para T: Moitas grazas por todo, seguro que volvemos vernos moi pronto. Estou niso.
Para A.: Por que como siempre dices, la casualidad no existe.

domingo, noviembre 12, 2006

Enganchada a...

...Prison Break como nunca hubiera imaginado antes de ver el primer episodio.
De momento, la única serie en la que los chungos son chungos hasta el final y dónde no es que intenten dar miedo. Es que efectivamente, lo dan.
No vamos a destripar la trama en absoluto, pero partiendo de una idea tan peregrina como provocar ser encarcelado en una prisión de alta seguridad para salvar a su hermano del corredor de la muerte, empieza una verdadera odisea para
Michael Scofield. Cuyo plan de fuga a estas alturas ya me provoca momentos de tensión tales que me obligan a ver capítulos mínimo de tres en tres.
Ni siquiera las machadas del protagonista son reprochables, dado que su objetivo se magnifica a medida que es sometido a toda una retahila de putadas por el resto de internos de tan inhóspito y sórdido establecimiento.
Con el fin supongo, de alargar la trama, toda suerte de impedimentos suceden para frustrar la fuga.
Y contrariamente a mi criterio inicial, dichos problemas no los resuelve el mártir y abnegado Scofield en plan McGyver. Sino que dotan de más emoción, si cabe al argumento.
En definitiva, muy recomendable. Incluso para amantes de las series de marujeo, entre quienes yo misma me incluyo.