Neither Fish Nor Flesh

Ya lo dijo en su día el gran Terence Trent D'Arby , ni carne ni pescado. Pero nadie le hizo caso.

Y este es, creo, el debut videográfico de Daniel Zueras. Aquél de la última edición de Operación Triunfo al que le llamaban osito de peluche o algo así.

Pues menos mal que era tierno y cursilón, porque aquí aunque la cosa se les quede en softcore no por ello deja de herir sensibilidades. Y no en el sentido lúbrico precisamente.

En principio la letra ya va avisando de que él no quiere enamorarse, que sólo quiere estar dentro de alguien -¡Feo!-.

Pero más feo todavía es que a pesar de semejante declaración de intenciones como que el resto no procede en absoluto. O como mínimo esa es mi conclusión después de quedarme a cuadros viendo el vídeo.

Para empezar me resulta inquietante la guerra de almohadas, ¿Por qué?.

O que este buen mozo, en pleno jaleo con los otros dos implicados siga cantando como si tal cosa, totalmente ajeno al clima de lujuria y desenfreno que se respira a su alrededor. Impresionante.

El horroroso calzoncillo del modelo y las sospechosas turgencias de la chica ya entrarían en lo que yo llamo 'cosas de Vale Music'. Es lo que tiene jugar en una liga aparte, por su cutrez y mal gusto les conoceréis.

Y para acabarlo de arreglar, el final es absolutamente de traca. ¿Por qué tiene los ojos cerrados mientras está en la ducha?. ¿Por qué algo tan sumamente cutre ha de tener un final tan sórdido con ese arrodillamiento y a esa altura?.

Producto, lo que es producto -que diría Risto Mejide- no hay.

De acuerdo que las quinceañeras fieles lectoras del Nuevo Vale o Loka Magazine andarán muy espabiladas con el tema, pero esto creo yo que es demasiado trash incluso para ese segmento de población.

O a lo mejor es que me escandalizo con cualquier cosa porque me hago mayor, y si es así prefiero no saberlo.

Por cierto, la canción es muy mala. Y estoy totalmente de acuerdo con el señor Juan Louzao de Cuchara Sónica, tiene un aire muy sospechoso a 'Wouldn’t It Be Good' de Nik Kershaw.

Mal empieza este chico. Incluso en el supuesto de que la compañía le obligue a hacer estas maniobras tan 'rompedoras'.

¿Aunque de qué otra forma si no alguien es capaz de tolerar tan bien semejante humillación?.

Pues eso mismo, que qué vergüenza debe estar pasando el pobre con este vídeo cutre que le han hecho.

Marketing Viral

Si hace unos días me sorprendió la magnitud de la campaña publicitaria de Nine Inch Nails con su último disco, lo de este iletrado -y nunca mejor dicho- ya me supera. Y lo ha hecho hasta el punto de llegar a creer que se trataba de una broma.

Cara de poker supongo que se me puso mientras ayer por la tarde hojeaba la edición impresa de El País. Tendré que empezar a creer que en efecto, la realidad supera la ficción.

Tanto por la surrealista propaganda de este dealer de extrarradio como por la pericia y buen hacer del redactor desvelando la identidad del individuo. Tal vez no se dio cuenta de que en la imagen su nombre aparece tachado intencionadamente, quién sabe.

En fin, cuanto daño ha hecho la LOGSE. O lo que sea.

Jam Session

A mí es que se me caería la cara de vergüenza, pero no por recrear tan insigne clásico si no más bien por haber tenido el valor de grabar semejante performance para la posteridad.
Por aquel entonces no había internet ni muchísimo menos YouTube.
Pero hoy en día ya se sabe, cualquier cosa es susceptible de ser colgada para hacer escarnio de tu persona, y estos dos no iban a ser una excepción. ¡Faltaría más!.

Halo 24

Un día cualquiera, hace ya mucho tiempo, cierto erudito en materia musical me dijo algo así como '¡Por que con Naichisneis, sabes a lo que vas!'.
Y con el paso del tiempo, vale decir que tan entusiasta y categórica afirmación no cayó en saco roto.

La verdad es que tras no pocas escuchas, puedo decir que me gustan mucho todos los discos de este buen hombre. Y ha vuelto a suceder de nuevo.

No será precisamente la alegría de la huerta, porque no es lo que esperamos de él. Pero lejos queda ya la afectación y el pesimismo corporativo de sus dos grandes obras, 'The Downward Spiral' (Nothing, 1994) y 'The Fragile' (Nothing, 1999).

Ahora la cosa no va de pesadumbre, conflictos internos, mal karma, caos y enagenación.

'Year Zero' (Interscope, 2007) es más bien un discurso en tono apocalíptico -como no podía ser menos- de cómo la sociedad contemporánea agrede a su própio habitat consumiendo recursos naturales, entre otras cosas.

Y puede escucharse en modalidad streaming en esta web gracias a una campaña de marketing sin precedentes que incluye desde pendrives y mensajes crípticos en camisetas hasta conspiraciones gubernamentales.

Pero no voy a profundizar en eso por que yo de esas cosas no entiendo y lo explican mucho mejor aquí. Da hasta miedo, fíjate.

Volviendo al disco, mi opinión de fan no debería ser tenida en cuenta por ser ésta totalmente subjetiva, qué le vamos a hacer. Pero yo diría que musicalmente está a la altura del resto de su obra, aunque a las primeras escuchas peca de denso y excesivamente machacón.

En su día me entusiasmó 'The Fragile' y di por buena su habitual parsimonia entre disco y disco en cuando escuché 'With Teeth' (Interscope, 2005).

Álbum no muy bien considerado por la crítica y que sin embargo está entre mis favoritos de este hombre orquesta que, dicho sea de paso, taaaanto se parece a Mikel Erentxun.

En ese momento en el que escuchaba el disco mínimo un par de veces al día y ante tamaña incomprensión pensé algo que ahora mismo me permitirá terminar esta humilde reseña tal y como la empecé: Haciendo la típica broma fácil con una frase lapidaria: 'Dientes, dientes... que es lo que les jode'.

Ya, ya sé que no tiene gracia.

Nancys Rubias - Gabba Gabba Nancys

Es evidente que Mario Vaquerizo carece de dotes para el canto, que sus Nancys no tendrían razón de ser fuera de su limitado contexto. Que no cantan, que no tocan y que su último disco es malo con avaricia.
Tal vez también es evidente que plagian y que no voy a aportar nada nuevo poniéndolo de manifiesto. Pero es igualmente obvio que me divierte escuchar sus canciones como quien busca a Wally, intentado encontrar fragmentos calcados de mil y una canciones que unas veces tengo muy presentes y otras tantas en algún rincón de mi subconsciente.
En esta ocasión el ejercicio no ha resultado tan productivo como con su primer trabajo, pero me sigue sorprendiendo que sean tan descarados como para ni molestarse en disimular que efectivamente, el inicio de 'Haciendo Majaradas' es el de 'Love Missile F1-11' de sus omnipresentes Sigue Sigue Sputnik.
Y así con otras tres más, que yo sepa.
'No estás curada' es 'Living On A Prayer' de Bon Jovi. 'No Soy Un Poltergeist' sería 'Israel' de Siouxsie And The Banshees. Y si 'Abróchense los Cinturones' no es 'Number One' de Goldfrapp, yo ya no sé qué pensar.
Y seguramente habrá más y mejor, pero la verdad es que me da mucho palo volver a escuchar el disco. ¿Algún fan de Ramones por aquí que me ayude?.

Y Hasta Aquí Puedo Leer...

No sé hasta que punto hubiera sido prudencial esperar a salir del estado de shock en el que me ha dejado el final de temporada de Prison Break para escribir este post.

Si digo que hasta la fecha la serie en cuestión ha sido mi mejor experiencia televisiva y/o internetil, creo que me quedo incluso corta.

Y sobre el final de esta segunda temporada sólo cabe añadir que seguramente será uno de los cliffhangers más sórdidos de la historia de la televisión. Tanto, que casi me dan ganas de omitir a uno que yo me sé -spoiler obliga- de tan siniestro y escalofriante entorno.

Un gran capítulo, si bien algo denso incluso para quienes estamos ya algo acostumbrados a sufrir con Burrows, Scofield y compañía.

Creando nuevos interrogantes como respuesta a las ya numerosas incógnitas que existían previamente incluso de manera algo forzada y estresante. Todo vale para que empecemos a contar ya los días hasta finales de agosto, cuando se supone que dará comienzo la tercera temporada.

Nuevas conspiraciones y nuevos personajes. Vale la pena estar preparado para que, por tercera vez, te dejen para el arrastre.

Porque con semejante ritmo de narración, me atrevería a decir que esta serie es un deporte de riesgo. Y por si fuera poco, adictivo.

Las Dos Torres

Y por que las fotos están hechas con el móvil, que si no...