viernes, noviembre 24, 2006

Far Away, So Close

Unos mil kilómetros me separan de esta estampa, uno de tantos y tantos horreos de una pequeña aldea de un pueblo de Lugo.
Tiene de particular que ahí nació mi madre, en ese y no en otro... Sentimental que es una.
Y el estado de euforia que me embarga a tan intempestiva hora es debido a que esta foto me ha sido entregada en mano y por sorpresa, por parte de un familiar muy allegado a quien precisamente hoy he recordado antes de ni siquiera imaginarme que tendría la ocasión de hablar con él, cenando en mi propia casa.
No he tenido la suerte de estar ahí todo lo que hubiera deseado, pero nunca es tarde y de todas formas la vida rara vez está plagada de momentos tan intensos como el reencuentro con el 50% de tus raíces.

Para T: Moitas grazas por todo, seguro que volvemos vernos moi pronto. Estou niso.
Para A.: Por que como siempre dices, la casualidad no existe.

1 Comments:

At 10:58 a. m., Blogger Ana Durá Gómez said...

La casa no hace más que narrar historias, es un cuento de piedra.

 

Publicar un comentario

<< Home