viernes, octubre 14, 2005

Freakchandising

Asombradita me tiene esa nueva tendencia de iconizar cantantes que de un tiempo a esta parte está tan en boga en el apasionante mundo del interiorismo automovilístico.
Siendo ésta una disciplina bastante proclive a caer en el mal gusto, hará un par de años no se tuvo bastante con ridiculizar la figura de Elvis Presley. Lo peor estaba por llegar, vean.
A la venta en su Carrefour más cercano está disponible la réplica aún más miniaturizada si cabe del ídolo patrio.
El colectivo tunning ya dispone de un símbolo identificativo más genuino y cañí que Elvis, y todo gracias al inefable Santiago Segura en su afán de lanzar una linea de merchandising de Torrente.
Esa, por ahora, trilogía que relata las andanzas de su casposo alter ego. ¿Era necesario?. ¿Para cuándo Camarón?.